Una puerta se cierra, pero otra se abre…

Todos hemos pasado por situaciones frustrantes, que nos hacen pensar que este será el final. A veces pensamos que cuando algo nos sale mal o simplemente fallamos en el intento, nuestro mundo se pondrá de cabeza. En este blog utilizare “Una Puerta” como ejemplo para poder transmitirles el mensaje. ¿Te has sentado a pensar alguna vez, por que se cierran las puertas? O ¿Por qué perdemos tantas oportunidades en la vida? Existen tantas razones o motivos por los cuales las puertas son cerradas. Algunas por cuenta propia y otras sin explicación. Un trabajo se acaba, los amigos se alejan, fracasamos el año universitario o damos conclusión a una relación. La mayoría de las veces cerrar una puerta o pasar por esa situación nos causa mucho dolor. Ahora bien, reflexionemos acerca de las circunstancias que nos llevaron a tomar dicha decisión o por que y como llegamos hasta este punto. Es importante que entiendas que todo es parte de un proceso y propósito, que no todo depende de los demás, tu granito de arena también es importante. Luego de meditar y sacar conclusiones de lo ocurrido, abrámonos a nuevas oportunidades. Por que ese es el efecto de los contratiempos, nuevas aventuras, nuevos comienzos, nuevas oportunidades. Debes enfocarte en el futuro con optimismo y conquistar las nuevas oportunidades que se abren ante tus ojos. Disfruta de las puertas que te abre la vida. Nada se acaba, tu vida no termina; Aún te queda mucho por hacer. Miles de puertas se abrirán, nuevas aventuras vivirás, mucha mas gente por conocer y nunca olvides que cuando Dios cierra una puerta es porque abrirá muchas más. Todos es parte de un propósito, de lo cual él quiere que aprendamos una lección…