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Equivocarse Duele...

  • Foto del escritor: Carla J.
    Carla J.
  • 23 ago 2023
  • 2 Min. de lectura

Literalmente, así como se escucha, equivocarse duele. Es un dolor emocional que se manifiesta de mil maneras. Y duele aún más cuando reconocemos que nos equivocamos con nosotros mismos, ¿cierto? Sabes, mientras iba exteriorizando quien era en mi caminar por la vida, descubrí que era una persona super sensible. Dentro de tantos tropiezos y aflicciones que me hicieron fuerte y desarrollaron carácter en mí; pero eso me hizo fallar una y otra vez. Con el transcurso del tiempo me encontré con una de las circunstancias más dolorosas de mi vida, mi madre deprimida y con ganas de terminar su vida. También toco lidiar y tener que despedirme de alguien a quien quería, pero me hizo mucho daño. A quien me aferre aun sabiendo lo que recibía. Muchas veces fui mi peor enemiga, me culpé por años de todo lo que sucedía. Termine con una rabia irracional a enamorarme, estar sola era la mejor opción. Lidie con batallas que no eran mías. Satisfice muchos sueños y caprichos que no me pertenecían. Muchas veces fui buena, hasta que no les servía. Y cuando no podia, fui la peor y había momentos que no entendía. Y luego comprendí, que no le había fallado a nadie más que a mi; por el simple hecho de hacer a los demás feliz. A su vez entendí que solo me tenía a mí, que debía ser esa mejor amiga que me hiciera recordar cómo debía verme, así como quien me escogió y nombro primero. Ese que pago el precio por mí en una cruz, reconociendo mi valor, ese precio que nadie estuvo dispuesto a pagar antes. Aquel que me puso siempre primero, sin necesidad de negociar lo que siento y lo que fui. Cuando comprendí y comencé a mirar en el espejo esa mujer que el vio en mí, todo comenzó a tomar forma; tenía vida propia, sueños únicos soñados por el rey de reyes. Cuando reconocí que tenía dominio sobre esa vulnerabilidad en mi vida, entendí que en esa debilidad vería la mano de Dios obrar. Que esas circunstancias o pesares serian de donde el sacaría la belleza oculta que había en mí. Donde lo vería glorificarse en mi vida. Fue en ese instante que me mire al espejo y me disculpe con esa chica a la cual tanto le falle, pero que hoy estaba dispuesta a levantarla del suelo. Y Ahora me pongo primero, porque él me puso primero. Ahora me amo y me valoro, porque papá me enseñó lo mucho que valgo; Duele equivocarse, pero hoy puedes levantarte...



 
 
 

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