Cargando una Sonrisa

Esto que leerás a continuación es basado en una historia real. Hace algún tiempo hablando con una amiga me conto tanto de su vida que solo dije: gracias, Dios por la mía. A veces nos quejamos tanto de lo que nos pasa y no pensamos que allá afuera hay alguien en peores condiciones que nosotros y no hablo tan solo de lo material. Comenzó diciendo; las personas pensaran que llevo una vida perfecta por que cargo una sonrisa a cada lugar que voy. Pero no se dan cuenta que mientras camino voy dejando un pedazo de mi en cada paso que doy. Que cada día me voy rompiendo un poco mas y solo sonrió para lograr sanar cada herida que la vida me marco. Voy por la vida tratando de levantar a otros que por el camino también han caído, para así ir liberando mi ansiedad y evitar volver a caer. Dia a día salgo a la calle con mas fuerzas y con mi fe puesta en Dios es quien único nos regala paz. Camino cargando mi sonrisa igual combina con todo y voy pensando que la vida es tan corta, que el tiempo no se para y no da marcha atrás. Soy un caminante lento, pero nunca regreso atrás; cada persona tiene una historia en la vida que lo convierte en un guerrero. Me aferro a Dios tanto como a la vida, mis ganas de salir adelante y luchar por volver a sonreír sin tener que fingir en ocasiones. Lo que me mantiene firme a parte de papito es que se que ese día llegara y esta mas cerca de lo que imagino. Después de haberla escuchado por varios minutos comprendí que nada en la vida es como queremos, que no es fácil y que el camino en ocasiones puede ser estrecho y amargo. Que mientras tratamos de reconstruir a otros la vida va siendo mas satisfactoria, claro si ayudar al prójimo es algo que te llena. A lo que quiero llegar es que antes de quejarnos y reclamar al cielo de como vives tu vida hoy día, fíjate mas en aquel que para sanar sus heridas día a día van cargando una sonrisa…