Aprendiendo a Perdonar

¿Cuándo escuchas la palabra perdonar, que viene a tu mente? ¿Cuál es la primera cosa en la que piensas cuando mencionan dicha palabra o acción? Acaso, perdonar es sinónimo de olvidar o perder mi orgullo ante cualquiera. Ya se lo que vas a decir, el/ella me hirió, traiciono o hasta me ofendió. No merece mi perdón aquel que me causo daño alguna vez en la vida, ni siquiera mi familia. Ahora, te pregunto cómo vives día a día con este rencor y dolor que cargas a diario en tu vida. Como te va con tus relaciones personales y no hablo tan solo del amor. Cada vez te ves más solo, y quizás digas que importa así estoy mejor. Prefieres seguir guardándote ese malestar antes que dar el primer paso así no seas tu el ofendido. Por que te cuento algo a veces es cuestión de que una de las partes de ese paso que los lleve a esa conversación que los vuelva mas unidos que antes. Que se den la oportunidad de dialogar y enfrentar cada problema que hayan tenido. En mi opinión no siempre quien ofende debe acercarse o torcer el brazo como dicen por ahí. Pienso que es de maduros perdonar o buscar el perdón. Es de hombres ser sinceros y decir me equivoque y mas aun es de hombres decir en la cara tienes mi perdón. Es una palabra tan simple y tan difícil de decir a la vez, pero con mucho poder. El perdón nos puede ahorrar tanto en la vida. Un día escuche si te sientas a esperar sentir eso que te haga perdonar, hoy te digo vas en sentido contrario y sabe por qué, el perdón es una acción no un sentimiento. Si el rey de los cielos lo hizo contigo, aun sabiendo que tú le fallarías una y otra vez quien eres tu para negar o pedir disculpas. Perdonar es sanar, madurar, es vivir en paz. Muchos me preguntan como es que siempre termino hablándole aquellas personas que me hicieron daño algún día y simplemente les digo “No se” simplemente es algo que me deja el corazón mas tranquilo y mi vida mas placentera. Aprendamos a perdonar, no permitas que un rencor o una mala decisión te robe tu paz.